sábado, mayo 24, 2008

A los ignorantes

En estos aburridos días de paro recuerdo aquella ocasión en donde una profesora de religión suprimió cualquier comentario de alguien que no pertenecía a algún culto. Este acto me causó un odio profundo hacia ella hasta el último día que asistí a la media.
Realmente este hecho simboliza que las personas de “culto” poseen información y las que no lo practican son solamente individuos carentes hasta de pensamiento y opinión.
Es triste saber que varias personas que creen en la igualdad ante los ojos de dios y miles de esas baratijas, que utilizan cuando se van a morir o cuando se “golpean el pecho”, excluyen a cualquiera que piensa diferente o, tal ves, piensa. No es por defender a los ateos, agnósticos y otros de similar pensamiento, pero las vivencias que pude obtener al estar incluida (antes) en esa masa no se las doy a nadie.
Ahora, por mi condición de agnóstica, varias personas tratan de simplificarme la “palabra de dios” y cosas semejantes (porque creen que nosotros no sabemos lo que no creemos, que es un grande error, puesto que se debe saber mucho para tener una visión crítica del asunto), llegando, incluso, al asombro cuando demuestro que sé mucho más que un cristiano promedio.
Me pasa con varias personas, pero los que se llevan el record son los “hermanos” evangélicos, los cuales creen saber todo por libro, aunque (por vivencias) sólo saben memorizar un libro de ficción que tanto adoran, la biblia.
Si supieran analizar todo lo que dice su personaje principal, Jesús, y lo llevaran a la práctica… Vaya, sí que serían buenos estos “cabros”. Pero solo memorizan o son guiados por una persona que, realmente, no sabe más que ellos. Ni siquiera saben mirar con ojos críticos, si no que desconocen su contexto, no relacionan su creencia con las demás, incluso ni siquiera saben persuadir racionalmente a una persona que pierde su fe (las vías de Tomás de Aquino, las indulgencias, Martín Lutero y miles de otras cosas que son cultura general).
Cuando le dices a ellos que Jesús podría ser uno de los primeros políticos democráticos te quedan mirando con extrañeza , pues tal es su sumisión que ni siquiera pueden tener un análisis mínimo.
Ni hablar cuando tratas de corregirlos de que la biblia no es un libro histórico a cabalidad, si no un libro de ficción que abarca la mitología de ese lugar y que puede relatar algunos hechos históricos.
Por ejemplo en la Encarta sale mencionada esta enunciación:

“Sin duda, todos los textos bíblicos que ha sido posible fechar contienen importante información histórica. Revelan hechos relativos al periodo en que fueron escritos, aunque ello no significa que hayan de incluir reseñas exactas y literales sobre los acontecimientos que relatan.”

Bueno, después de todo eso, mi duda es si quedar como ignorante o hacerles la guerra (no sé cuál es la peor), porque si opto por la primera tratan de evangelizarte, y si te enfrentas intelectualmente a ellos, te catalogan como satánico. Aunque lo peor de toda la ignorancia de estas personas es que si escuchas buen rock, te pones una que otra prenda de ropa negra y los contradices , te exponen ante su sociedad como si fueras el anticristo en persona.
Lo único que me consuela hoy es la esperanza de cambiar a este mundo y su tropa de ignorantes.