viernes, septiembre 05, 2008

Es de noche...

Es de noche, hay estrellas y la televisión bombardea de mensajes sin sentido a la multitud; es la hora estelar del noticiario.
Geraldine aún no se acuesta. Un leve dolor de cabeza le indica que los minutos frente al computador, hablando con sus amigos en el facebook, le producen esas pequeñas pulsaciones en su cabeza.
Mira a su alrededor. Nada le convence. Ni las guías de Peronard ni Parodi ni las otras son atrayentes para ese momento. Ni tampoco el dibujo incomplejo de su amigo Danilo. Nada, nada es interesante en ese momento.
Adquirió lo que anhelaba; las canciones de Muse, as de Keane, las de Travis.
Nada es esperable en es momento. Ya obtuvo lo que quería, ahora se espera lo que se va a querer en el futuro.
Ahora nada es felicidad, nada te la da; todo es una utopía.
Ni las cosas que se veían tan fuertes, tan irrompibles se deshacen con un sólo toque.
Ni los momentos agradables con tus amigos, los bienes materiales, el amor de tu pareja o pololo… Nada es felicidad.
Sólo fragmentos de ellos, que tienen fecha de vencimiento.
¿Cuántas horas, minutos, segundos durará?
Nadie lo sabe, sólo el destino lo sabe…
Nadie lo sabe.
No sé quién lo sabrá, no sé qué es lo que quiero ahora.