jueves, diciembre 27, 2007

Angélica

Quiero que un día desaparezcas;
Quiero que tu presencia maldita se vaya, para así no volver.
Deseo que tus malogrados rezos lleguen a tu corazón y purifiquen tu alma.
Deseo que tu fervor hacia dios te cambie para bien.
Ansío que tu boca se selle con hilo dorado cuando trates de atrapar en tu red
a las personas que más amo,
Ansío con toda mi alma que tus dichos, algún día, te produzcan lesiones
y así puedas entender lo que haces.
¡No estás joven para cometer esos errores!
¡No puedes venderte por la sangre de tu prójimo
y la de tu propia familia!
Te muestras como Cristo crucificado, pero no eres más que un demonio
revolcándose en las llamas del Infierno.
¡Te muestras como la pura virgen cuando eres la mayor de las prostitutas!
No sabes acaso, que así, golpeándote el pecho en tu amada iglesia,
no aplacarás el daño que causas.
No sabes acaso que te realizas daño a ti misma y a los que te rodean.
¡Cuando te causen daño, dale la otra mejilla!
¡Cuando te causen daño, dale la otra mejilla!
¿Qué vas a hacer? Destruir a los que me rodean.
¿Qué vas a hacer? Mentirle a mi propia sangre.
Dios te castigará, aunque dones el diezmo una vez por semana.
Dios te castigará, aunque grites con los brazos alzados, pidiendo clemencia,
alabando a dios santísimo rodeado de toda su gracia; llorando ante el daño causado.
¿Cómo puedes verle a la cara a aquellos que engañaste?
¿Cómo puedes entrar a la iglesia sin prenderte entera?
Me dices pecadora cuando fuiste la que produciste ese término.
Me denuncias cuando sabes que lo que digo es verdad.
Deja ya de cantar, es hora de parar tus actos.
Deja ya de predicar, porque esas palabras que tanto pronuncias no te harán pensar.
¿Cómo te atreves a vestiste de blanco cuando te bañas en sangre de inocentes?
¿Cómo te atreves a vender a tu propia familia sólo por papeles verdes?
VADE RETRO SATANA!
VADE RETRO SATANA!
Ya llegará la hora en que el juicio final se haga presente!
Ya llegará la hora en que tu familia te dé la espalda!
Y en ese momento no quiero estar presente.
Y en ese momento, lamentablemente, no dejarás de ser familia.