jueves, noviembre 01, 2007

Psicopateando por la vida

No creo que esto sea una enfermedad, pues la mayoría de las personas que tiene intereses fijos en algo lo haría fácilmente. Estoy hablando del psicopateo-- un término creado recientemente y utilizado por algunos ociosos con intereses bien delimitados--, una forma más de conocer y hacer lazos de amistad.
Este término es nuevo, pero simpre ha estado en nuestras vidas. Por ejemplo; un detective sigue a un maleante, un chico sigue a la muchacha que le gusta, encontraste a una persona interesante y la sigues, y así miles de cosas que pueden surgir con ellos.
Mi experiencia no es nada nueva a las de las demás personas, pues es la típica historia de tipa que le atrae un hombre de características "gustables".
Mi primer paso fue conocerlo, porque quién se daría cuenta de que existe un tipo por allí, mirándote raro y tirado por los pasillos de esta universidad. Tenía la mirada fija hacia un punto --no sé yo-- o leía uno de sus libros gigantes de literatura hispanoamericana. Realmente su pasividad me atrajo rotundamente, ya que es lo más opuesto a mí--una chica neurótica , a veces, 100% estresada y llenando de información innecesaria a las personas que están al lado. Él sí que era un tipo ligth, relajado, como dije, tirado en el suelo, y con una pinta de intelectual terrible--mis sentimientos afloran- que todos clasificarían como: perno o bajo perfil, a veces piola y otras un ser común y corriente.
Mis encuentros en biblioteca fueron más recurrentes de lo normal y con eso creí que era parte del terrible destino. No me alegré tanto, porque , tal vez el tipo creería que lo andaba siguendo, por eso deje de ir a ésta. Pero mi sorpresa fue mayor cuando los encuentros frontales fueron en otras partes: desde los pasillos del tercer piso, la salida, cercano a los baños, los pisos siguientes, hasta mismo Sausalito.
Allí creí recién que esto era porque sí.
Pero no eran encuentros que solo yo me daba cuenta , sino ,que el tipo se le pasaba lo mismo y las miradas corrían de un lado a otro, es decir, mutuas.
En el segundo semestre, ya no habían coincidencias, ya no tenían ese nombre, eran más intencionales, incluso eran planeadas --por mí, no sé aún por él--. Allí comenzó el bendito psicopateo, me lo encuentro en las situaciones que yo planeo-- y tal vez él también--, preparando cada detalle, cada factor, pero lo único que me falta es dar el gran paso final; el gran encuentro.
No sé como explicar estas ideas,pero creo que a él le encanta que pose mi mirada en él, pues trata de pasearse muchas veces e incita a que lo mire. ¿Acaso es una de esas personas que le encantan ser el centro de atención de solo una persona y que los demás no se den cuenta de nada? ¿Acaso una mirada, para él, es toda la conversación que puede dar en ese momento porque realmente está ocupado? o ¿Tal vez esas miradas son su única forma de comunicación y así no romper la idea que tiene en las demás personas?
Así cualquiera se vuelve loca.( mi vida es una gran tragedia) T-Tu Realmente no lo comprendo, pero eso no interviene en el real interés que tengo por él.
Sólo tengo algo bien delimitado y certero:
Gracias por existir, psicopateo.