martes, diciembre 09, 2008

En el lìmite del fin

Ya no nos espera nada
, ya solo estamos perdidos en el destino,
yo espero ansiosa a que el tiempo sentencie estas condenas,
el seguir siendo desconocidos.
aún pienso en las cosas que han pasado
y perdimos, perdimos como ilusos niños
las oportunidades de esta vida.
Ahora, compañero, podemos perdernos de vista
y pensar que todo esto fue un sueño prohibido.
Considerar estas palabras,
Oh, pequeño, tú, mi niño.